viernes, 19 de febrero de 2010

Los sentidos.

Los tiburones poseen una excelente visión, estudios de laboratorios han demostrado que se sienten atraídos por los objetos brillantes y evitan los colores apagados.
Sus ojos tienen, como los de todos los vertebrados, iris, lente, y retina.
Se encuentran movidos por tres pares de músculos.
La retina contiene bastones y cono; parece ser que están adaptados a la luz tenue.
El tamaño y posición de estos ojos varía considerablemente: los tiburones relativamente inactivos, de aguas poco profundas, poseen ojos que normalmente miden menos del 1% de la longitud total del animal, mientras que las especies predadoras más activas poseen ojos bastantes más grandes.
La mayoría de los escualos no poseen párpados móviles, aunque algunos, como la familia de los Carcharínidos, presentan membrana nictitante que recubre el ojo en el momento de morder a sus presas para evitar daños.
No necesitan los párpados para lubricar los ojos, ni para reducir la cantidad de luz que les entra; abriendo y cerrando las pupilas, los tiburones regulan la cantidad de luz q necesitan.
Quizás, uno de los rasgos más remarcables de los ojos de estos seres vivos, sea una serie de placas reflectantes (el tapetum lucidum), situadas detrás de la retina; funcionan como espejo, reflejando de nuevo parte de la luz que ha entrado en el ojo hacia las células fotorreceptoras, así se incrementa la sensibilidad del ojo y se produce un brillo similar al que podemos observar en los gatos.
Las especies que habitan aguas muy cristalinas y muy luminosas pueden oscurecer el tapetum con pigmentos. La lente es casi esférica y rígida.
Algunas pueden enfocar objetos acercando o alejando la lente de la retina, de modo similar a como lo haría una cámara fotográfica.
Detrás de cada ojo hay un espiráculo.
Poseen un afinado sentido del olfato que utilizan para guiarse hasta sus presas.

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